El dilema entre Spotify y tu reputación de macho alfa

Vivimos en una era de absoluta conectividad donde le damos mucha importancia a todo lo que asociamos con nuestra personalidad. Entendemos que los productos, marcas, series y películas que consumimos son una extensión de nuestra marca personal.

Las redes sociales nos ha dado a todos una audiencia y hemos reaccionado acorde. Da igual si solo nos sigue nuestra prima y dos vecinos, ahora todos nos comportamos como celebridades. No le damos publicidad a lo que no vaya con nuestra personalidad y respaldamos aquellas cosas que sí entendemos que molan.

En cuanto a la música, decimos los cantantes o canciones nos gusta con la misma actitud que respondíamos aquellas encuestas sobre lo que veías en la tele, donde todos decíamos ver únicamente los documentales de La 2. Ese mundo perfecto donde nadie quería asociarse a los programas típicos de la cultura del chandal, donde los mayores debates se hacían sobre las albóndigas que le hace Belén Esteban a su hija, o de la odisea de buscarle un novio a Corina.

Pero vamos a ser honestos. Todos tenemos nuestros momentos de debilidad e igual nos pasa con la música. Le queremos dar clic en Spotify a aquella canción ‘basura’ que hemos estado constantemente escuchando (y criticando) durante todo el verano.

Si tienes reputación de malote sin sentimientos, te puedes ver en un compromiso si le sale en el feed de tus colegas que has estado escuchando “ROAR” de Katy Perry. Y es que llega parecer que Spotify se mofa de nosotros: si escuchas la canción más de dos veces, le pondrá a tus contactos en grande que la has escuchado muchas veces.

Te llegas a plantear que posiblemente tengan un algoritmo especial para detectar esas canciones vergonzosas y facilita la información para que seamos cruelmente juzgados por nuestros círculos sociales.

Si tienes reputación de tipo duro, y escuchas constantemente música de tipos duros como Jack White, Kings of Leon y The Black Keys, no le puedes permitir a Spotify que te señale con el dedo en aquel desliz cuando le diste clic a  ”We Can’t Stop” de Miley Cyrus.

Por eso y otras cosas, en esos momentos de debilidad, no te olvides de activar la sesión privada de Spotify. En caso de emergencia, entonces di que era tu sobrina.

Si quieres saber cómo desactivar que tus amigos vean lo que escuchas entra aquí.

Si te ha gustado esta noticia te invitamos a suscribirte a nuestro newsletter:

The post El dilema entre Spotify y tu reputación de macho alfa appeared first on Blog MUWOM.