Hace unas semanas que el veterano músico Neil Young desveló al mundo su proyecto fuera de los escenarios: el lanzamiento del Pono.
El Pono es un reproductor de música de alta calidad que pretende reproducir el sonido exacto con el que se grabaron las canciones en su día en el estudio. Tiene 128Gb de memoria y permite reproducir archivos FLAC en vez de Mp3 o Wav como el resto de dispositivos actualmente disponibles en el mercado.
Altamente recomendado por músicos de la altura de Arcade Fire, Sting, o los Red Hot Chili Peppers y con una campaña de marketing perfectamente orquestada durante el pasado SXSW para recaudar a día de hoy más de 5M$ en Kickstarter, parece que el Pono ha venido a salvar el mundo de la música encerrado desde hace 20 años en el ruido infernal del mp3.
Pono Kickstarter Video from Pono Music on Vimeo.
Leyendo sobre esto y escuchando música a través de Spotify en un teléfono Android de media gama, pensé: de verdad que esto que estoy escuchando no es música? Tendrá Neil Young razón y me va a hacer escuchar música con Pono como si fuera la primera vez? Obviamente por ahora no lo voy a poder comprobar ya que no ha salido a la venta todavía el famoso dispositivo, pero si lo estuviera, lo compraría?
Una de las primeras preguntas sería si estuviera dispuesta a pagar por ello. Gastarse hoy en día 400€ en un reproductor de música, sin altavoces ni auriculares, tiene sentido? El mercado está inundado por dispositivos de todo tipo, y la calidad ya no es tan cara. Teniendo en cuenta además que a parte del coste inicial, los discos completos disponibles para el formato Pono costarán entre 14,99$ y 24,99$, es invertir de nuevo en un soporte de música distinto.
Como mucha gente que ha vivido una permanente revolución del mundo musical en esos últimos 15 años, tengo cientos de cd’s muertos de la risa en la estantería, miles de canciones en mp3 almacenados en mi ordenador, decenas de vinilos, y además pago 9€ al mes por disfrutar de un servicio de música en streaming sin ningún tipo de restricción. Pagar ahora de nuevo por ficheros que SOLO podré escuchar en el Pono? No lo tengo tan claro. En cuanto a los accesorios, habrá que invertir en dispositivos de alta calidad si no, para qué tantos esfuerzos por conseguir un sonido fuera de lo común si no lo consigues sacar fuera? La broma sale cara.
Pero ser mileurista en España no es la única razón por la que no me compraría dicho dispositivo. De verdad el producto merece la pena? De verdad mi oído hará la diferencia entre un mp3 y un tema con mejor calidad de sonido? Y en qué condiciones? En el metro a las 8 de la mañana, en el open space de la oficina o en mi piso interior de 25 metros cuadrados, no tengo la mejor acústica. Seguramente, un técnico de sonido, un músico, un productor, es gente que es capaz de hacer la diferencia entre una cosa y la otra, pero yo? Que tengo el oído cada vez peor por acercamiento repetido a altavoces de festivales de 4 metros de altura…Esa es la pregunta que se hicieron muchos medios de comunicación al conocer la noticia del lanzamiento del Pono. Hasta que punto un oído acostumbrado a vivir con música comprimida de verdad disfrutará de una mejor calidad de sonido? Estoy convencida que con otro tipo de inversión, en auriculares o en un equipo casero de media gama, el uso diario que hacemos de la música sería igual de satisfactorio que con un Pono que seguramente no se podría disfrutar plenamente sin el equipo adecuado.
En los últimos años, con los avances de la tecnología y la globalización, tenemos tendencia a querer volver a lo básico, lo auténtico. Pasa con la comida, la ropa, el tipo de música que escuchamos y cómo la escuchamos. Obviamente las grandes empresas se aprovechan de ello, y nos prometen a golpes de anuncio el regreso a la autenticidad que tanto añoramos los citadinos, y el Pono funciona un poco así. Con la ayuda de grandes músicos que flipan con el próximo lanzamiento, incluido porque supondría para ellos una nueva fuente de ingresos, al final nos están vendiendo de nuevo un producto que no necesitamos.
Y qué necesitamos? Buena música, buena producción, facilidad de acceso a la música, por su forma de distribución y su coste, y… buena compresión que el Pono no cabe en el bolsillo y eso molesta, debe de ser por eso de que los archivos pesan más…
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