¿Quién no ha querido pedir su canción favorita al DJ de turno que no le hace ni caso? ¿Quién, de hecho, no ha querido ser DJ? El maravilloso mundo de las aplicaciones nos facilita la vida una vez más, dejándonos pedir en directo los temas que queremos escuchar en nuestro bar de cabecera.
Ser DJ de su bar favorito es lo que nos ofrecen ahora esas aplicaciones que utilizan geolocalización y redes sociales para que la experiencia sea siempre más compartida, más real y más divertida. Recrean la experiencia de los jukeboxes americanos y te conviertan en el amo de la fiesta. Bienvenidos al bar de tu casa.
Esas aplicaciones revolucionarias permiten tomar el control del ambiente musical de un local. De una forma muy sencilla los usuarios pueden acceder a la playlist compartida por el local y añadir sus canciones favoritas a la lista en curso. Algunas se conectan desde Spotify, Deezer o Rdio, y otras directamente desde los archivos locales del usuario.
En Estados Unidos, este sistema ya se ha hecho famoso. La aplicación más conocida es Rockbot. Una aplicación social y móvil que permite elegir la música en bares, restaurantes y otros sitios públicos a través del teléfono. A través de los votos de los usuarios, se elige el momento en el que se vaya a emitir la canción. Cuantos más votos, más posibilidad de que la canción se emita pronto. Esta aplicación además tiene una visión mucho más social, con la posibilidad de compartir las canciones en redes con fotos y taggeando con los amigos. Además de poder descubrir canciones y comprar las que están sonando en ese momento, todo esto sincronizado con las cuentas de Facebook, LastFm o los archivos en local del iPod. También ofrece servicios de geolocalización para desbloquear premios u ofertas especiales en el local. Por ahora Rockbot esta disponible en cientos de locales en EEUU, pero todavía nada en Europa.
Fue en 2012, en el festival SXWS, el premio Best Music Startup Winner y consiguió en verano de ese mismo año cerrar una ronda de financiación de hasta 1,2 millones de dólares, con la participación de gigantes como Google.
Playmysong es una start up finesa creada en 2012, que consiguió ese mismo año unos 350.000$ por parte de inversores locales.
Esta aplicación aprovecha las ventajas de Spotify para poder compartir directamente en locales las playlists creadas a través del reproductor, en streaming. Tus amigos pueden entonces ver la playslist y pedir canciones como en un jukebox. Perfecto para las fiestas y colar al Chikilicuatre entre Arcade Fire y Rocío Jurado sin tocar una tecla del ordenador ni molestar al DJ.
Touchtunes es de lo más clásico para recuperar el espíritu de los jukebox americanos. La empresa colocó 45.000 jukeboxes interactivos en bares, restaurantes y tiendas de Estados Unidos y Canadá. A través del iPhone, cualquier persona puede interactuar con la máquina sin realmente tocarla. Ahora mismo, tiene 3 millones de canciones disponibles para reproducir. La particularidad de esta aplicación es que sea de pago. Se paga con créditos, y con un plan mínimo de 5$ se pueden escuchar… 5 canciones. El servicio se conecta también con Facebook Twitter y Foursquare para que los usuarios compartan las canciones en tiempo real. Así, mientras estén “checkeados” en un local, los usuarios pueden ver qué canciones han sido elegidas por los asistentes y pueden añadir amigos a la app desde la comunidad Touch Tunes.
Otro ejemplo de las posibilidades que ofrece este tipo de aplicación a nivel muy local es Jukeboard. Una aplicación creada por una pequeña start up francesa. En este caso, ofrece al camarero la posibilidad de gestionar el ambiente musical de su bar, con estilos predefinidos y los clientes pueden añadir desde la aplicación canciones a las playlists. Con un sistema de geolocalización el cliente puede elegir un bar en función de sus gustos musicales, viendo en tiempo real qué música está sonando para después añadir ellos también temas a las playlists. Eso sí, la particularidad es que si la canción elegida no coincide con el estilo musical que está definido para el local, no te deja añadirla. Así que nada de Extremoduro en los bares lounge de Nantes, única ciudad donde está implementado por ahora el sistema de jukebox. Jukeboard tiene cerrado un acuerdo con Deezer que permite añadir cualquiera de las 20 millones de canciones que tiene por ahora en catálogo el servicio de streaming online.
En España, también empieza a crearse un hueco para este tipo de negocio, aunque todavía no esté muy extendido. Por ejemplo, Playitapp y Hiveplay son dos aplicaciones creadas por estudiantes españoles, todavía funcionando a nivel local y con pocos acuerdos comerciales, pero muy prometedoras. Seguro que, con un poco más de inversión, llegarán a revolucionar la experiencia de los locales de ocio para fidelizar a sus clientes.
Yo, desde luego, ya estoy preparando mis listas de Spotify para colarlas en el primero de mis bares habituales que lo instale. Ya solo faltaría que tuviera buena cerveza. Pero eso son extras simbólicos.
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